Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
POPOL VUH



Comentario

CAPÍTULO X


He aquí ahora los nombres de la sexta generación de reyes. Fueron dos grandes reyes, Gag-Quicab se llamaba el primer rey y el otro Cavizimah, e hicieron grandes cosas y engrandecieron el Quiché, porque ciertamente eran de naturaleza portentosa.



He aquí la destrucción y división de los campos y los pueblos de las naciones vecinas, pequeñas y grandes. Entre ellas estaba la que antiguamente fue la patria de los cakchiqueles, la actual Chuvilá, y los de Rabinal, Pamacá, la patria de los de Caoque, Zaccabahá, y las ciudades de los de Zaculeu, de Chuvi-Miquiná, Xelahú, Chuvá-Tzac y Tzolohché.



Estos [pueblos] aborrecían a Quicab. Él les hizo la guerra y ciertamente conquistó y destruyó los campos y ciudades de los rabinaleros, los cakchiqueles y los de Zaculeu, llegó y venció a todos los pueblos, y lejos llevaron sus armas los soldados de Quicab. Una o dos tribus no trajeron el tributo, y entonces cayó sobre todas las ciudades y tuvieron que llevar el tributo ante Quicab y Cavizimah.



Los hicieron esclavos, fueron heridos y asaeteados contra los árboles y ya no tuvieron gloria, no tuvieron poder. Así fue la destrucción de las ciudades que fueron al instante arrasadas hasta los cimientos. Semejante al rayo que hiere y destroza la roca, así llenó de terror en un momento a los pueblos vencidos.



Frente a Colché, como señal de una ciudad [destruida] por él, hay ahora un volcán de piedras, que casi fueron cortadas como con el filo de un hacha. Está allá en la costa llamada de Petatayub, y pueden verlo claramente hoy día las gentes que pasan, como testimonio del valor de Quicab.



No pudieron matarlo ni vencerlo, porque verdaderamente era un hombre valiente, y todos los pueblos le rendían tributo.



Y habiendo celebrado consejo todos los Señores, se fueron a fortificar las barrancas y las ciudades, habiendo conquistado las ciudades de todas las tribus. Luego salieron los vigías para observar al enemigo y fundaron a manera de pueblos en los lugares ocupados: -Por si acaso vuelven las tribus a ocupar la ciudad, dijeron cuando se reunieron en consejo todos los Señores.



En seguida salieron a sus puestos. -Éstos serán como nuestros fortines y nuestros pueblos, nuestras murallas y defensas; aquí se probarán nuestro valor y nuestra hombría, dijeron todos los Señores cuando se dirigieron al puesto señalado a cada parcialidad para pelear con los enemigos.



Y habiendo celebrado consejo todos los Señores, se fueron a fortificar las barrancas y las ciudades, -¡Id allá, porque ya son tierra nuestra! ¡No tengáis miedo si hay todavía enemigos que vengan a vosotros para mataros; venid aprisa a dar parte y yo iré a darles muerte!, les dijo Quicab cuando los despidió a todos en presencia del Galel y el Ahtzic-Vinac.



Marcháronse entonces los flecheros y los honderos, así llamados. Entonces se repartieron los abuelos y padres de toda la nación quiché. Estaban en cada uno de los montes y eran como guardias de los montes, como guardianes de las flechas y las hondas y centinelas de la guerra. No eran de distinto origen ni tenían diferente dios, cuando se fueron. Solamente iban a fortificar sus ciudades.



Salieron entonces todos los de Uvilá, los de Chulimal, Zaquiyá, Xahbaquieh, Chi Temah, Vahxalahuh, y los de Cabracán, Chabicac Chi Hunahpú, y los de Macá, los de Xoyabah, los de Zaccabahá, los de Ziyahá, los de Miquiná, los de Xelahuh, y los de la costa. Salieron a vigilar la guerra y a guardar la tierra, cuando se fueron de orden de Quicab y Cavizimah, [que eran] el Ahpop y el Ahpop Camhá, y del Galel y el Ahtzic Vinac, que eran los cuatro Señores.



Fueron enviados para vigilar a los enemigos de Quicab y Cavizimah, nombres de los reyes, ambos de la Casa de Cavec, de Queemá, nombre del Señor de los de Nihaib, y de Achac-Iboy, nombre del Señor de los Ahau Quiché. Éstos eran los nombres de los Señores que los enviaron y despacharon cuando se fueron sus hijos y vasallos a las montañas, a cada una de las montañas.



Fuéronse en seguida y trajeron cautivos, trajeron prisioneros a presencia de Quicab, Cavizimah, el Galel y el Ahtzic Vinac. Hicieron la guerra los flecheros y los honderos, haciendo cautivos y prisioneros. Fueron unos héroes los defensores de los puestos, y los Señores les dieron y prodigaron sus premios cuando aquéllos vinieron a entregar todos sus cautivos y prisioneros.



A continuación se reunieron en consejo de orden de los Señores, el Ahpop, el Ahpop Camhá, el Galel y el Ahtzic-Vinac, y dispusieron y dijeron que los que allí estaban primero tendrían la dignidad de representantes de su familia. ¡Yo soy el Ahpop! ¡Yo soy el Ahpop Camhá!, mía será la dignidad de Ahpop ; mientras que la tuya, Ahau Galel, será la dignidad de Galel, dijeron todos los Señores cuando celebraron su consejo.



Lo mismo hicieron los de Tamub y los de Ilocab ; igual fue la condición de las tres parcialidades del Quiché cuando nombraron capitanes y ennoblecieron por primera vez a sus hijos y vasallos. Tal fue el resultado de la consulta. Pero no fueron hechos capitanes aquí en el Quiché. Tiene su nombre el monte donde fueron hechos capitanes por primera vez los hijos y vasallos, cuando los enviaron a todos, cada uno a su monte, y se reunieron todos. Xebalax y Xecamax son los nombres de los montes donde fueron hechos capitanes y recibieron sus cargos. Esto pasó en Chulimal.



Así fue el nombramiento, la promoción y distinción de los veinte Galel, de los veinte Ahpop, que fueron nombrados por el Ahpop y el Ahpop Camhá y por el Galel y el Ahtzic Vinac. Recibieron sus dignidades todos los Galel Ahpop, once Nim Chocoh, Galel Ahau, Galel Zaquic, el Galel Achih, Rahpop Achih, Rahtzalam Achih, Utzam-Achih, nombres que recibieron los guerreros cuando les confirieron los títulosy distinciones en sus tronos y asientos, siendo los primeros hijos y vasallos de la nación quiché, sus vigías, sus escuchas, los flecheros, los honderos, murallas, puertas, fortines y bastiones del Quiché.



Así también lo hicieron los de Tamub e Ilocab ; nombraron y ennoblecieron a los primeros hijos y vasallos que había en cada lugar.



Éste fue, pues, el origen de los Galel Ahpop y de las dignidades que existen ahora en cada uno de estos lugares. Así fue su origen cuando surgieron. Por el Ahpop y el Ahpop Camhá, por el Galel y el AhtzicVinac aparecieron.